Complexión media: la tendencia viral que habla de normalidad corporal mientras ofrece imágenes distorsionadas

“Ni gorda ni delgada: yo soy complexión media”. Así podría resumirse el planteamiento inicial de quienes aseguran pertenecer al grupo de personas que no se consideran delgadas, pero tampoco tienen sobrepeso ni, mucho menos, obesidad. La complexión media reivindica, en principio, una cierta normalidad y, con ella, una mayor diversidad corporal. Sin embargo, la realidad tras esta tendencia que se ha hecho viral en redes sociales es bien distinta. Detrás de una supuesta aceptación hay estándares de belleza distorsionados, problemas de inseguridad, autoestima y aceptación corporal.

Miles de espejos distorsionados

Los ideales inalcanzables de belleza no son una novedad, como tampoco lo son los métodos perniciosos para intentar acercarse a ese estándar. Dietas milagrosas, complementos para adelgazar, restricciones de comida, intervenciones estéticas, ejercicio físico extremo… Estas prácticas, entre otras, nos acompañan desde hace mucho, sobre todo, a las mujeres. La dieta del vinagre, por ejemplo, está bien documentada desde el siglo XIX. Y la extrema delgadez, promocionada en los años 90, generó muchísimos problemas de bulimia y anorexia a finales del siglo XX.

La diferencia es que, entonces, los modelos idealizados estaban en los libros o las revistas, mientras que ahora, con las redes sociales, se multiplican en nuestras manos. Plataformas como TikTok e Instagram son escaparates; espejos donde millones de personas se miran y comparan cada día. Los espejos son muchos, se parecen entre sí y están distorsionados.

La complexión media es…

Artículo publicado en Consumer


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