La alimentación influye en la salud. Hay productos que la perjudican y alimentos que la protegen, y esta es una idea que la población general tiene clara. Pero ¿qué pasa con los adolescentes? ¿Qué es para ellos “comer bien”? ¿Cuáles son sus preferencias y cómo creen que podrían mejorar su manera de comer? Para responder a estas preguntas, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha realizado un estudio cualitativo con jóvenes de entre 12 y 14 años. El objetivo: conocer de primera mano su percepción. La meta: mejorar las campañas de alimentación saludable dirigidas a la juventud. Estas son sus principales reflexiones y propuestas:
Qué es comer sano
Algunos mensajes y modelos tradicionales sobre qué es la alimentación saludable han calado en la percepción juvenil. Entre las respuestas se aprecia lo siguiente:
- La influencia del modelo de la pirámide alimenticia: «Me lo aprendí del imán que hay pegado en la nevera de mi abuela. Pone lo bueno y lo malo. Las manzanas abajo, la chuchería arriba. O al contrario».
- La idea de que la variedad es necesaria: «Yo creo que [comer bien] es comer frutas y verduras por lo menos tres veces al día. Comer huevos también, espaguetis una o dos veces a la semana, y carne y pescado».
- La noción de que los platos caseros son platos saludables: «Comer comidas caseras, no bollería industrializada y esas cosas».
- El conocimiento de que hay bebidas perjudiciales… aunque con dudas: «Alcohol, tabaco y otro tipo de sustancias no son buenos para nadie». «Yo escuché que tomarse un par de cervezas al día no es malo. Igual con el vino. Un vaso de vino al día, porque lo fabrican a partir de las uvas».
Qué les impide comer de manera saludable
Alimentarse de manera saludable no siempre resulta sencillo, máxime cuando nos encontramos en dinámicas y entornos obesogénicos que facilitan elecciones menos interesantes para la salud. Entre los principales obstáculos para «comer mejor», los adolescentes señalan…
Artículo publicado en Eroski Consumer.
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