El tipo de alimentos que elegimos deja huella en el medio ambiente, pero no siempre somos conscientes de su profundidad. Para avanzar hacia modelos con menor repercusión ecológica es necesario modificar nuestros hábitos de consumo y nuestra manera de comer. Y no es fácil. Así lo expone el Estudio sobre el impacto ecológico de los hábitos alimentarios de la población española, publicado recientemente por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop). El trabajo, que recoge la opinión de la ciudadanía y de expertos en la materia, desvela cuáles son las principales barreras hacia un modo de alimentación más sostenible y respetuoso con el entorno.
Menús diarios con menor huella ambiental
Elegimos cada día qué comemos y qué no. Decidimos qué ponemos en la cesta de la compra, qué picamos entre horas, cómo hacer una cena exprés o cuál es la merienda habitual de nuestros hijos. Pero estas elecciones que hacemos de forma rutinaria están condicionadas por diversas circunstancias.
«Los hábitos cotidianos se ven influenciados por múltiples factores que inciden de manera directa e indirecta en la elección de alimentos». Estos factores constituyen, en muchas ocasiones, barreras para…
Artículo publicado en Eroski Consumer.
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