Joan Quiles-Izquierdo: «Reducir el consumo de azúcar pasa por combinar diversas estrategias, desde educar hasta aplicar impuestos»

Joan Quiles-Izquierdo es médico y experto en nutrición. Dirige la Sección de Educación para la Salud de la Generalitat Valenciana. Su trabajo, dice, «consiste en contagiar salud». Desde esta perspectiva, sostiene que en todos los órdenes de la vida es muy importante descubrir y potenciar los «activos de salud», es decir, aquellas habilidades, actitudes y conocimientos que podemos usar para estar más sanos. Desgrana a continuación las consecuencias de un excesivo consumo de azúcar y analiza las posibles medidas para reducir los niveles de ingesta actuales, que duplican los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS estudia reducir a la mitad las cantidades máximas recomendadas para el consumo de azúcar. ¿Qué significa?

Pasar del 10 % actual a un 5 %. Es decir, que de todas las calorías que ingerimos cada día, las que proceden de los azúcares sencillos no supongan más del 5 %. En una dieta de 2.000 kcal diarias, son unos 25 gramos de azúcar. El contenido aproximado de cuatro sobrecillos.

Parece poco…

Sí, y por eso es importante aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de azúcar. Si solo pensamos en el azúcar de mesa y en los alimentos azucarados (el chocolate o la miel), el consumo diario por persona ronda los 30 gramos de azúcar, según el Ministerio de Alimentación. Esto equivale a unos 10 kg de azúcar por persona cada año, y es solo el que se ve. A ello hay que agregar los demás alimentos que contienen azúcares sencillos (aunque no lo sepamos). Los datos señalan que el consumo anual por persona ronda entre los 25 kg y los 30 kg de azúcares sencillos.

¿Qué alimentos esconden azúcares?

El azúcar, en muchos casos, se identifica por el sabor, aunque hay excepciones. La tónica, por ejemplo, es de sabor amargo por la quinina y sin embargo, tiene una cantidad de azúcar enorme. Otros alimentos salados, como la salsa césar, la mayonesa o el ketchup también contienen unos niveles de azúcar que se podrían disminuir. Y por supuesto, las bebidas azucaradas, los “refrescos”, contienen muchísimo azúcar: unos 35 o 40 gramos por lata. Es decir, unos cinco sobrecillos de azúcar.

¿A qué se debe la afición al consumo de azúcares?

Las elecciones alimentarias…

Entrevista publicada en Eroski Consumer.

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