José Manuel López Nicolás es doctor en Ciencias Químicas e investigador en el campo de la bioquímica, la nutrición y la tecnología de los alimentos. También coordina la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Murcia, donde ejerce como profesor. Es tan respetado en el ámbito académico como conocido fuera de las paredes universitarias gracias a su intensa labor de divulgación. Un blog exitoso —SCIENTIA—, decenas de ponencias, miles de seguidores y un libro con rigor científico que ya va por su séptima edición avalan su talento para explicar lo complejo de un modo sencillo. En esta entrevista, le preguntamos por las bebidas energéticas.
La referencia para hablar de las bebidas energéticas es un informe de la EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) publicado en 2013. ¿Existen datos más recientes o nos seguimos manejando con esa foto de hace cinco años?
Hay datos de aumento de consumo. Y, también, del efecto positivo que tiene subir los impuestos de estas bebidas, como se ha hecho en Cataluña. Pero nos seguimos manejando con aquella foto, que no ha cambiado mucho. Y si ha cambiado, es a peor.
Ese informe menciona dos conceptos preocupantes: el de “consumo crónico alto” (beber 4-5 días por semana) y el de “consumo agudo alto” (beber un litro o más cada vez). ¿Esto qué implica para la salud?
Los dos son casos devastadores. Que una persona tome estas bebidas continuamente, de forma crónica, es brutal, porque lo que está acumulando en su cuerpo es tremendo. Del mismo modo, aunque no estés acostumbrado a tomar estas bebidas, tampoco es bueno exponerte a esa cantidad de azúcar y de cafeína de manera puntual. Yo no soy clínico, pero no creo que haya muchas diferencias entre un tipo de consumo y otro: ambos son negativos y tienen efectos…
Entrevista publicada en Eroski Consumer.
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