Tienes un parque cerca de casa? ¿Duermes bien por las noches? ¿Te gusta tu trabajo? ¿Qué tal la relación con los vecinos? Si te preocupa lo que marca la báscula, deberías revisar estas cuestiones porque la obesidad no solo depende de lo que comemos. El entorno, las costumbres, el descanso y el estrés también influyen en el peso corporal.
La dieta y el ejercicio son la estrategia más conocida para adelgazar, pero si lo que queremos es estar sanos y mantener un peso adecuado, no basta con comer menos y moverse más. Es necesario revisar nuestro estilo de vida al completo. ¿Sabías que dormir pocas horas o tener sueño de mala calidad, pasar muchas horas sentados, experimentar ansiedad o vivir en tensión emocional son otras causas del sobrepeso? Así lo señala la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), que añade estas circunstancias a la más conocida: la falta de ejercicio y la mala dieta.
Para prevenir el sobrepeso y la obesidad no basta con comer menos y moverse más, también hay que vigilar otros factores cotidianos de riesgo…
Artículo publicado en Eroski Consumer.
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